
El texto más abajo lo encontré internet en una página”cristiana”, debe ser la verdad histórica.
Pero hay mas, originalmente en Mexico cuando una persona no puede tener hijos se le llama mula, pero después se empezó a decir de aquellas personas que son algo traicioneras y que actúan sin ver el posible daño a otros, supongo que porque dan patadas por detrás. Pero la cosa continuo, era común oír “es bien mula mi compadre”, a ahí cuando dos amigo habla de un tercero decían fulano es buena mula, queriendo decir que no es mala gente pero tiene sus cosas.
¡Ah! Pero el Jueves de Corpus se festeja el santo de quien se llame Manuel (al menos acá), por lo tanto este día todo mundo les dice felicidades y este normalmente contesta, “gracias, supongo que es por el santo y no por otra cosa? Ja Ja Ja” y así sigue el tradicional abrazo.
Pero poco a poco los que se llaman Manuel cambiaron la respuesta por “igualmente” como queriendo decir “tú también eres medio mula”. Es una tradición de la Ciudad de México y sus alrededores, que se ha ido perdiendo, como todo.

Tradiciones mexicanas de Corpus Christi
Esta fiesta tradicional data del año 1526. Se acostumbra rendir culto al Santísimo Sacramento en la Catedral de México. El centro de la festividad era la celebración solemne de la Misa, seguida de una imponente procesión que partía del Zócalo, en la que la Sagrada Eucaristía, portada por el arzobispo bajo palio, era escoltada por autoridades virreinales, cabildo, cofradías, ejército, clero y pueblo. Había también representaciones teatrales alusivas, música y vendimia especial.
Los campesinos traían en sus mulas algunos frutos de sus cosechas para ofrecérselas a Dios como señal de agradecimiento. Esto dio origen a una gran feria que congregaba artesanos y comerciantes de distintos rumbos del país, que traían mercancías a lomo de mula (frutos de la temporada y artesanías que transportaban en guacales).
Cuentan que un hombre, llamado Ignacio, tenía dudas acerca de su vocación sacerdotal y un jueves de Corpus le pidió a Jesucristo que le enviara una señal. Al Pasar el Santísimo Sacramento frente a Ignacio en la procesión, Ignacio pensó: "Si ahí estuviera presente Dios, hasta las mulas se arrodillarían" y, en ese mismo instante, la mula del hombre se arrodilló. Ignacio interpretó esto como señal y entregó su vida a Dios en el sacerdocio y se dedicó para siempre a transmitir a los demás las riquezas de la Eucaristía.

